Para Pilar Zamora, su pequeño coche, un Smart, es casi una oficina, y su Blackberry, el ordenador. Desde hace tres años, Zamora dirige uno de los negocios en auge en Barcelona, una pequeña empresa de alquiler de limusinas. Mientras limpia o conduce uno de sus enormes vehículos, el móvil no deja de sonar. Pese a la crisis, el negocio funciona. "Durante más de cuatro años era un hobby, pero mi empresa ha crecido y en mayo dejé mi trabajo de informática para dedicarme al 100% a sacarla adelante"